domingo, 23 de enero de 2011

Uno de los finales más tristes que yo jamás leí es el final de Peter Pan. El tiempo pasa, y pasa para todos. Wendy crece y se hace toda una mujer, y tiene una niña que se parece a ella cuando se escapaba con Peter Pan. Una noche, pasado mucho mucho tiempo desde la última vez que se vieron, Peter Pan irrumpe en la habitación de Wendy para buscarla, para lleversela de nuevo a Nunca Jamás. Pero el tiempo no pasa en balde, Wendy no es una niña. Cuando él le dice ¨vengo a por tí¨, ella le dice ¨no des la luz¨, por que dar la luz supone enfrentarse a la jodida certeza de que hemos crecido. Alguién entró de golpe en la habitación y encendió la luz, y nos dimos cuenta de que casi no quedan niños, de que negamos el derecho a la infacia a los que la merecen. Si Peter Pan viniera a buscarnos no des la luz, no vaya a descubrir que le hemos decepcionado y hemos crecido demasiado.

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